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¿Calidad o Precio? |
Uno de los motivos de discusión, o más bien de no consenso entre los fumadores de puros, está a la hora de que valorar por encima de todo: el precio o la calidad del puro.
Hay una serie de elementos que hemos de tener en cuenta a la hora de elegir un puro, de degustarlo y de valorarlo, a saber: el color de la capa, el aroma, su sabor, el tiro y la fortaleza, la combustibilidad, el tipo de vitola según su longitud y cepo, y si lo fumaste con anterioridad según el placer de la fumada que te proporcionó.
Y en esto de la elección no hay que olvidar uno de los elementos que se debe de tener muy encuentra: EL PRECIO, si, el precio que uno puede permitirse pagar por disfrutar de una fumada, más incluso que la relación calidad-precio, aunque yo adiria mejor la relación PRECIO/CALIDAD.
En algunas catas de puro que aparecen publicadas se hace referencia a ese factor de relación calidad/precio, pero como un elemento casi menor y a la que , en teoría, pocos fumadores "dicen" hacerle caso.
En este mundo de la fuma de los puros hay mucho de leyenda y no menos de esnobismo. El diccionario de la RAE define al snob como "aquella persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos.
Llevo mas de cuarenta años fumando puros de todo tipo y condicción, pero sin considerarme un experto en el tema, que no lo soy, tengo la suficiente experiencia en cuanto a fumadas y relación con fumadores como para poder opinar sin ningún tipo de temor o recelo al respecto.
Para empezar cada uno ha de fumarse su puro como le venga bien en gana, eligiendo el que más le apetezca para ese momento en concreto de la fumada, en el lugar que decida para hacerlo, con la compañía que desee, pero sobre todo hacerlo totalmente desinhibido. Se puede aprender ciertos detalles que mejoraran tu fumada de los veteranos fumadores, pero al final cada uno decide como y de que manera va a disfrutar de esa labor que tiene en ese preciso momento en su mano.
No hay cosa que mas me fastidie e incomode, por no decir otra expresión, que ver en una reunión o acontecimiento social o familiar, el típìco "personaje" que saca su gran puro comprado para esa ocasión, con su vitola "carisima" bien visible, y haciendo lo posible para que todo el mundo lo vea, cuando en realidad quienes lo conocen sabe que no es fumador de puros habitual, pero si "exibicionista" ocasional, intentando realizar todo un ritual que ha leído en algún lugar y lo ha aprendido para tal ocasión, sin darse cuenta que si a su alrededor hay otro simple fumador habitual de puros, se va a percatar del gran ridículo que está haciendo.
Fúmese el puro a su antojo, enciendalo como buenamente sepa hacerlo, disfrute de ese momento tan especial sin estar pendiente de que le miren los demás y vean el gran purazo que se ha llevado para "impresionar" a los demás. No hagan el ridículo más.
Pero el tema de esta entrada era la relación calidad/precio de los puros. Es evidente de que el fumar puros es una aficción que resulta cara, más cuantos más puros te fumes en el día, semana o mes. No todo el mundo tiene el poder adquisitivo suficiente para permitirse vitolas de las mejores marcas con unos precios que en ocasiones son totalmente desorbitados, y que lo que se hace es pagar la marca con elevado rango social.
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