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| Darío |
Al parecer se trata de un puro nicaragüense, con una presentación que llama la atención, al menos el formato que yo me he fumado, por tener una anilla que ocupa casi la totalidad del cuerpo del puro, cosa poco habitual en la presentación de un cigarro puro.
Tras haber realizado una comida ligeramente copiosa y tomarme un café mientras lo degustaba, la verdad es que no me ha aportado nada novedoso con respecto a otros puros que me fumado con anterioridad.
Las primeras caladas me resultaron especialmente picantes, lo cual me hizo pensar en que la fumada no me iba a resultar placentera, pero a medida que progreso la fumada esos sabores picantes han ido despareciendo y dando presencia a sabores y aromas mas ligeros, aunque siendo la fumada mas intensa, pero sin ese componente que al principio me hicieron pensar en que no iba a terminar de fumármelo en su integridad. Con un buen tiro y combustión a todo lo largo de la fumada. En la perilla llevaba un pequeño "rabito" que pudo desprenderse con facilidad, por lo que no fué preciso realizarle el corte de la misma.
No obstante me ha resultado un cigarro que habrá que darle alguna que otra oportunidad en otros formatos, si los hubiera, para poder considerarlo digno de ser fumado de nuevo.
Aún así no me arrepiento de su degustación, ya que hay que probar y decidir por uno mismo cual es el puro que más se acomoda al gusto de uno.
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